Normalmente, en el presupuesto para un cultivo hidropónico comercial, se asigna más del 60% del presupuesto a la construcción de invernaderos como estructuras protectoras para el cultivo. Es innegable que poseer un invernadero brinda muchos beneficios para un cultivador, principalmente el beneficio de obtener un mejor control sobre las variables climáticas y proveer a su cultivo hidropónico con una buena protección contra las distintas variables climáticas.
Esto no quiere decir que no se puedan de todas maneras construir cultivos hidropónicos en ausencia de invernaderos. Si los cultivos en tierra extensivos se hacen muchas veces a merced del clima, que impide que un cultivo hidropónico se realice en exactamente las mismas condiciones.
Un cultivo hidropónico es un poco más sensible a la lluvia debido a que la contaminación de la solución nutritiva con agua lluvia altera la composición de la misma. Si un cultivo hidropónico está expuesto a los elementos, volúmenes grandes de lluvia diluirán demasiado la solución nutritiva y ocasionaran que esta tenga que ser cambiada con una frecuencia mucho mayor. Además, la falta de una barrera protectora ocasiona que los problemas por esporas y microorganismos sean mucho más grandes. Si se quiere esterilizar la solución con alguno de los métodos químicos mencionados en esta página, de igual manera la lluvia los diluirá y hará ineficientes.
Obviamente, se pueden fabricar sistemas hidropónicos en los que estas debilidades sean mínimas o se pueden construir en zonas donde la cantidad de lluvia no sea tan importante, sin embargo esto exige también una preparación cuidadosa de la solución nutritiva para evadir posible efectos adversos en excesos de sol.
En general, se pueden fabricar sistemas hidropónicos en exteriores en zonas donde las condiciones climáticas no sean muy extremas (en el trópico por ejemplo) y cultivando plantas cuyos ciclos de producción sean cortos (espinaca, lechuga, repollo, etc). Además se debe tener en cuenta siempre en el presupuesto que un cultivo se perderá cada 12 o 15 meses debido a condiciones climáticas que son insuperables (granizo por ejemplo), sin embargo, esto no hace una gran diferencia en un cultivo hidropónico de lechuga donde los costos de producción por cosecha son mínimos comparados con los de un cultivo en tierra. En los proyectos patrocinados por las naciones unidas para brindar alimentos hidropónicos económicos a familias de bajos recursos, el cultivo hidropónico sin invernadero demostró ser exitoso (foto abajo).
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