Hace poco realicé todo el proceso de desinfección para mi cultivo de tomates. Este proceso tiene por objetivo asesinar a todos los organismos patógenos y las hierbas malas o algas que estén empezando a crecer en el medio.
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El desinfectante logra este objetivo por medio de su acción química sobre el entorno y por ello la mayoría de los productos más conocidos para desempeñar esta labor son agentes oxidantes.
Lo que hace un agente oxidante es recibir electrones de otra sustancia (un agente reductor) para así alcanzar una configuración electrónica más estable en su medio. Ejemplos de buenos agentes oxidantes son el oxígeno (O2), el cloro (Cl2), el ozono (O3) y el permanganato de potasio (KMnO4).
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La acción del agente oxidante sobre el agente reductor cambia la química de ambos y así altera la estructura de las moléculas que le dan forma a la vida. Esto se debe en parte a la gran cantidad de dobles enlaces de carbono susceptibles a este tipo de ataques presentes en los organismos vivos.
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Como se habrán podido dar cuenta, algunos de estos agentes son gaseosos y su aplicación en el medio por via directa es complicada. Sin embargo, podemos contar con ellos por medio de la aplicación indirecta. Por ejemplo, si deseamos aplicar cloro gaseoso para la desinfección de, por ejemplo, una piscina, podemos utilizar una sustancia como el hipoclorito de sodio (NaClO). El ion hipoclorito (ClO-) es en sí oxidante y a su vez presenta un equilibrio químico con el cloro gaseoso, que será liberado en la solución. También está el oxígeno, que puede ser utilizado mediante la adición de peróxido de hidrógeno (H2O2), ya que este se descompone en agua y oxígeno espontaneamente. Esta descomposición se ve acelerada dramaticamente por la enzima catalasa presente en los organismos vivos lo cual representa una ventaja adicional ya que el oxígeno se libera justo donde debe ejercer su acción oxidante. (cabe aclarar que el peróxido puede actuar de por sí como oxidante también).
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Así pues, puedo aclarar la pregunta hecha por el srguillot hace ya algún tiempo. Siendo los productos de la descomposición del peróxido agua y oxígeno, este es completamente inocuo al medio ambiente y cantidades residuales pequeñas de este tanto en el medio de cultivo como en los sistemas de riego son completamente inofensivas. Además, la vida del peróxido de hidrógeno cuando este está expuesto a organismos vivos es mínima, debido a la enzima ya mencionada, puesto que esta es capaz de catalizar la descomposición de hasta 7 millones de moléculas por segundo. Es por esta relación tan amable con el medio ambiente que yo he elegido al peróxido como mi agente desinfectante, ya que es muy buen desinfectante y mucho más barato que otros agentes con propiedades similares (como el ácido hipocloroso (HClO).